El Tackle
En el rugby hay lugar para todos. Si llegás a un club a jugar, si sos gordo vas de pilar, si sos grandote vas de segunda línea, si sos hábil y escurridizo probablemente te pongan de medio scrum, si sos rápido de wing y si sos un poco de cada cosa, de wing rorward.
Y sin embargo vemos en todos los partidos a petisos, en una especie de ley de las compensaciones, bajar grandotes como álamos. También vemos a otros que "arrugan". Y esto no tiene nada que ver con el tamaño.
Pero es en el tackle donde se hace presente una de las características imprescindibles para jugar a este deporte: el coraje.
Debe ser la única actividad humana donde, si se te viene encima una locomotora, en lugar de zambullirte a un lado, te quedás en su camino esperando el encontronazo.
En un equipo son necesarios los rápidos y habilidosos. Pero qué importantes son esos "perros de presa", que no se aminalan por nada, se la pasan bajando contrarios, y a veces salen de la cancha hechos un estropicio, pero sonriendo. Y algún "outsider" se preguntará de qué se ríen. No se preocupe, ellos lo saben. Como saben también cuánto de verdad tiene en este deporte,
el famoso dicho "sarna con gusto no pica".
Hernán G. Rouco Oliva
sábado, 26 de abril de 2008
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